Que IKEA ha llevado la funcionalidad, austeridad y belleza del diseño nórdico a las masas es una realidad indiscutible. Esto ha sido posible gracias a una relación calidad/precio/diseño sin competidores, lo que nos permite gozar de unos productos que de no existir el gigante sueco serían privativos para muchos.
Esta democratización del diseño ha sido tan aplastante que cuando hablamos de un producto, ambiente o vivienda IKEA nos podemos hacer automáticamente una imagen de los beneficios y carencias de los mismos. IKEA no solamente nos ha permitido gozar de un diseño de calidad a precios bajos, sino que también ha condenado a muchos a no tener otras alternativas de elección al momento de decorar sus hogares.
Cuando podremos gozar en nuestros hogares de las bondades, por ejemplo, del diseño italiano o japonés…? Hasta que alguien lo ponga al alcance de sus bolsillos, para muchos sus muebles seguirán llamándose Udden, o Kramfors y no Capri o Hokaido.
Esta democratización del diseño ha sido tan aplastante que cuando hablamos de un producto, ambiente o vivienda IKEA nos podemos hacer automáticamente una imagen de los beneficios y carencias de los mismos. IKEA no solamente nos ha permitido gozar de un diseño de calidad a precios bajos, sino que también ha condenado a muchos a no tener otras alternativas de elección al momento de decorar sus hogares.
Cuando podremos gozar en nuestros hogares de las bondades, por ejemplo, del diseño italiano o japonés…? Hasta que alguien lo ponga al alcance de sus bolsillos, para muchos sus muebles seguirán llamándose Udden, o Kramfors y no Capri o Hokaido.
Pablo Soto
