jueves, 13 de diciembre de 2007

sueños de navidad

En el articulo anterior hablamos de arquitectura realista haciendo referencia a la construcción pura y dura. ¿Y los concursos realistas?
Hace unos días leía: “…si participar en un concurso antes era un intento de cambiar la realidad, presentarse ahora es intentar ingresar en una realidad ya delimitada”.
Nos hemos presentado a más de 100 concursos y hemos ganado mas de 20, pero es cierto, en la mayoría de los casos ha sido más importante transmitir profesionalidad que proponer avances. Y si han existido han sido muy pequeños y casi siempre dentro de los límites preestablecidos por el cliente correspondiente.
“¿Con que vamos a ganar este concurso? Es la frase que siempre nos repetimos para encontrar, de una forma fría y calculadora, la idea que capte la atención del jurado.
No podemos evitar seguir por este camino pero sí podemos añadir una bifurcación. Como si se tratara de un deseo de navidad hemos organizado dentro de las estructuras del despacho un “departamento de sueños”.
No esperamos ganar tantos concursos “sin límites” como los que hemos ganado “dentro de los límites”. No nos tiene que importar.
Si los concursos son la gimnasia del despacho, ya es hora de que los clientes-jurados hagan un poco de ejercicio. Eso sí nos importa.
pedro ondoño


miércoles, 5 de diciembre de 2007

arquitectura realista






Se ha publicado un libro sobre la estrecha relación que existe en Cataluña entre arquitectos e industriales. En él se muestran una serie de obras que reflejan lo ejemplar que resulta esta colaboración para descubrir nuevas soluciones constructivas y mejorar, en definitiva, la calidad de la arquitectura.
El problema es que se vende una imagen que no es cierta, ya que las propuestas presentadas responden más a hechos puntuales que a la realidad de la arquitectura en Cataluña: que por regla general se tienen muy pocas opciones constructivas al alcance de la mano para poder elegir. La realidad es que la construcción sigue estando completamente mercantilizada, y salvo esos casos excepcionales que tan bien se reflejan en el libro, lo más importante es lo rápido que se construya y se puedan vender los pisos, oficinas o lo que sea. No suele haber espacio para propuestas diferentes o investigaciones que retrasen las obras.
En la arquitectura pública se puede tener una imagen real del nivel que existe, y es en esos casos donde se refleja de manera más dramática la situación, ya que hay bastantes proyectos de calidad , pero con soluciones constructivas constantemente repetidas debido seguramente a lo ajustado de los presupuestos con los que se tiene que trabajar. No hace ni dos años se publicó un libro que presentaba un edificio público resuelto con elementos de hormigón prefabricado para la estructura y los cerramientos como ejemplo de industrialización. Estamos en el siglo 21 y ésa es nuestra referencia.
Los avances tecnológicos en arquitectura seguirán siendo brillantes hechos aislados mientras el mercado no permita avanzar a la industria hacia una realidad que no esta tan lejana, pero que exige que todos arriesguemos un poco.
miguel ortel